A finales de 1932, Blaisdell decidió reconstruir ese encendedor austriaco. Para ello, fabricó una pequeña carcasa rectangular y le colocó una tapa con una bisagra. Mantuvo el diseño de la chimenea que protegía la llama. El resultado fue un encendedor con un diseño atractivo y que podía manejarse fácilmente con una sola mano. El nombre "Zippo" también fue inventado por Blaisdell. Le gustaba el sonido de la palabra "zipper", así que fue probando variaciones de la palabra hasta que se decidió por "Zippo", que le pareció que sonaba "moderno". El nuevo encendedor de bolsillo se vendió a 1,95 dólares la unidad y contó con el apoyo de la hoy famosa garantía incondicional para toda la vida.
A finales de 1932, Blaisdell decidió reconstruir ese encendedor austriaco. Para ello, fabricó una pequeña carcasa rectangular y le colocó una tapa con una bisagra. Mantuvo el diseño de la chimenea que protegía la llama. El resultado fue un encendedor con un diseño atractivo y que podía manejarse fácilmente con una sola mano. El nombre "Zippo" también fue inventado por Blaisdell. Le gustaba el sonido de la palabra "zipper", así que fue probando variaciones de la palabra hasta que se decidió por "Zippo", que le pareció que sonaba "moderno". El nuevo encendedor de bolsillo se vendió a 1,95 dólares la unidad y contó con el apoyo de la hoy famosa garantía incondicional para toda la vida.