El origen del bidé - xsuy Magazine

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sábado, 29 de enero de 2022

El origen del bidé


René Louis de Voyer de Paulmy, marqués de Argenson y ministro del monarca francés Luis XV, relata en sus memorias una curiosa escena: un día, al ser recibido en audiencia por Madame de Prie, se la encontró sentada a horcajadas en un curioso mueble en el que se disponía a lavarse sus partes íntimas, al parecer al mismo tiempo que hablaba con él. Esa es la primera mención escrita que se tiene del bidé, un instrumento cuyo uso se considera bastante más antiguo y sobre cuyos orígenes no hay consenso, aunque se sitúan en la Edad Media.

El nombre proviene del francés antiguo bidet, un tipo de caballo pequeño parecido a un poni, hoy extinto, que usaban las damas y niños de la nobleza para sus paseos; y hace referencia a la posición en la que hay que sentarse, igual que cuando se cabalga. Su función más obvia es la higiene íntima, como complemento al baño: en una época donde tener bañera era un privilegio incluso entre la nobleza y el grueso de la población tenía que conformarse con corrientes naturales, servía para limpiar las partes más olorosas del cuerpo los días en los que no podían bañarse.