En el 2013 HoVan Lang de 44 años de edad fue llevado a la aldea, todo le pareció extraño. Había vivido más de 40 años en la selva vietnamita junto a su padre y casi no había tenido contacto con otros humanos. De hecho, no sabía que existían las mujeres.
Su padre se interno junto a él en la selva cuando Lang tenía solo tres años y desde ese momento ambos vivieron como si no existiera un mundo exterior. Dormían en una casa del árbol, recolectaban frutos, cazaban animales y se abrigaban con cortezas de árboles. Hasta que las autoridades fueron alertadas sobre su presencia y decidieron “rescatarlos”.
El mes pasado, ocho años después de que el hermano mayor de Lang los devolviera a la civilización, el"Tarzán de la vida real" murió de cáncer de hígado a la edad de 52 años.