La galería le pidió al artista de 56 años, que es conocido por sus obras críticas sobre el dinero, el racismo, el poder y los grupos marginados, que recreara una obra anterior suya formada por dos cuadros de cristal llenos de billetes, uno con 328.000 coronas y otro con 25.000 euros, que reflejaban el salario medio anual de Dinamarca y Austria.
Las obras iban a formar parte de una exposición con piezas de 22 artistas donde el tema principal era el papel del individuo en el mercado laboral actual.
Ante esta proposición, el artista danés pidió prestadas 550.000 coronas danesas, alrededor de US$83.000, para incluirlas en sus cuadros y después devolverlas.
La sorpresa llegó cuando el museo recibió los dos cuadros blancos bajo el título Take the Money and Run (“Toma el dinero y corre”).
Ahora el museo indignado le reclama el dinero prestado.